El artista que dibujó los secretos del cerebro
	
	
	
	
		Santiago Ramón y Cajal (1852-1934)
	
	
		 Conocido como el padre de la neurociencia moderna, el español Ramón y Cajal fue el primero en sugerir que las células individuales estructuran el cerebro. Fue en la década de 1890, cuando creó dibujos detallados para ilustrar sus hallazgos ayudados por el microscopio.
		
		 
	
	
		
	
	
		
	
	
		
	
	
		
	
	
	
		Ramón y Cajal: el premio Nobel que revolucionó la medicina - laSexta Columna
	
	
		Micrografía Neuronal - Santiago Ramón y Cajal
	
	
		
	
	
	
		 Sus representaciones ganaron el Premio Nobel y son, incluso ahora, valiosas fuentes de información neurológica, y atestiguan las afinidades artísticas de Cajal, ya que originalmente se propuso ser un artista antes de que su padre lo empujara hacia la medicina. Los dibujos de tinta sobre papel a veces recuerdan a una sección ampliada de La noche estrellada de Vincent van Gogh (1889) o un árbol con muchas ramas.
		 
	
	
		 Fue en 1887 cuando Ramón y Cajal conoció el método de tinción descubierto por Camillo Golgi unos años atrás. 
		
		El sistema del científico italiano permitía colorear células cerebrales, lo que favorecía el estudio de estas. La manera aleatoria en que lo hacía, sin embargo, constituía su principal pega. 
	
	
		 Ramón y Cajal mejoró la técnica de Golgi para paliar este y otros inconvenientes hasta el punto de lograr imágenes más nítidas con las que pudo fortalecer su tesis. Frente a la teoría reticular que imperaba por aquel entonces, Santiago Ramón y Cajal sostenía que las neuronas eran células cerebrales individuales capaces de enviar y recibir información. Con su Teoría Neuronal estaba cimentando la neurociencia moderna.
	
	
		Ilustración sobre el funcionamiento del cerebro, por Santiago Ramón y Cajal
	
	
		Fuentes :
		
		https://es.wikipedia.org/wiki/Santiago_Ram%C3%B3n_y_Cajal
		
		https://www.csic.es/es/legado-cajal
		
		https://www.culturaydeporte.gob.es/cultura/areas/archivos/mc/registro-memoria-unesco/2017/archivo-cajal.html
	
	
		
	
	
		Anatomía de la cabeza